
"Entre Punto A y Punto B"
- Alvin Rámirez
En resumen:
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Dios cumple promesas, pero debemos tener cuidado de no olvidarnos de Él cuando todo va bien.
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El miedo puede distorsionar la realidad, haciéndonos olvidar la fidelidad de Dios.
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La fe ve oportunidades donde el temor ve obstáculos.
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La conexión con Dios es la clave para dar fruto y avanzar con confianza hacia lo que Él ha prometido.
Dios había prometido al pueblo de Israel una tierra abundante, con ciudades, casas, cosechas y recursos que ellos no habían construido ni trabajado (Deuteronomio 6:10-12). Sin embargo, al llegar a esa tierra, muchos se dejaron dominar por el miedo y la inseguridad al ver la grandeza de sus habitantes (Números 13:32-33), olvidando quién los había liberado de Egipto y quién los guiaba.
Solo Josué y Caleb mantuvieron su fe, recordando que si Dios estaba con ellos, nada podría detenerlos. Su confianza no estaba en sus propias fuerzas, sino en la fidelidad de Dios (Números 14:6-9). Ellos vieron la tierra con ojos de fe, no de temor.
Jesús, en Juan 15:5, refuerza esta misma verdad al decir que separados de Él no podemos hacer nada, pero si permanecemos unidos a Él, daremos fruto abundante. La victoria, la provisión y el fruto dependen de la conexión con Dios.
