
"¿A dónde vamos?"
- Alvin Rámirez
En Resumen:
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Rendición diaria
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Pierdes cuando te aferras
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Jesús busca lo perdido
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Empieza en tu vecindario
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Obedece con lo que tienes
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Vive con generosidad
Seguir a Jesús no es una invitación cómoda ni superficial. Es una decisión radical que implica abandonar nuestra manera de vivir, tomar la cruz a diario y entregar por completo nuestra vida por causa de Cristo. En un mundo que nos dice que nos aferremos a nuestras ambiciones, seguridad y sueños, Jesús nos confronta con una verdad eterna: quien intenta salvar su vida, la pierde; pero quien la entrega por Él, la encuentra.
Él vino a buscar y salvar lo que estaba perdido, y nos envía con ese mismo encargo. Pero no nos llama a cruzar océanos antes de atravesar la calle. El campo misionero empieza en el vecindario, entre los confundidos, los quebrados, los que no tienen esperanza. Nuestro llamado es ir, amar, tocar, sanar y proclamar que el Reino ya está aquí.
No necesitamos grandes recursos, plataformas o títulos para empezar. Solo necesitamos obedecer. Jesús nos recuerda: tú eres el equipo. Lleva lo que tienes, vive ligero, sé generoso. Y recuerda: todo lo que haces, lo haces porque tú mismo fuiste encontrado primero por el Hijo del Hombre.