"La Luz de la Vida"
- Majo Solis
En Resumen:
-
Cristo no solo da vida, Él es la Vida.
-
Sin Cristo, el alma está vacía, desordenada y sin propósito.
-
La Biblia es para encontrarnos con Jesús, no solo para aprender.
-
El Espíritu Santo se mueve con ternura para dar vida.
-
Dios no te necesita, te desea.
-
La luz de Cristo vence la oscuridad y nos hace hijos de Dios.
Desde el principio, Dios ha querido dar VIDA. No solo existencia, sino vida abundante, eterna, espiritual, que tiene propósito, forma y plenitud. Juan 1 y Génesis 1 comienzan con las mismas palabras: “En el principio…”, pero revelan dos momentos clave. Génesis habla de la creación física; Juan nos lleva más atrás, al origen eterno: Cristo, el Logos, estaba allí. En Él estaba la vida, y esa vida era la luz de los hombres.
La Biblia no es un libro simplemente para leer o estudiar; es una invitación a encontrarse con una Persona: Cristo. La Palabra revela al Verbo eterno, que es el origen, el sustento y el sentido de todas las cosas. Él no vino para darnos información, vino para darnos vida real, ZOE: una vida que ilumina y transforma desde dentro.
Antes de que Dios interviniera, la tierra estaba vacía, desordenada y oscura. Así también está el ser humano sin Dios: caminando pero muerto por dentro, lleno de confusión y sin propósito. Pero Dios no dejó la tierra en ese estado, y tampoco quiere dejarte a ti así. Él se acercó, habló, dijo “sea la luz” y hubo orden, belleza y propósito. Eso mismo hace Cristo cuando entra en el corazón del ser humano: trae luz, vida y un nuevo principio.
El Espíritu Santo no se movía con violencia, sino con ternura sobre las aguas, como una gallina se cierne sobre sus huevos. Él quiere despertar VIDA en ti. No para dejarte igual, sino para hacerte completamente nuevo. La vida de Dios se hizo disponible cuando Cristo fue quebrantado en la cruz. Su muerte abrió el acceso a una nueva creación.
Hoy Dios no te necesita, pero te desea. Te quiere como hijo, como hija. Te conoció antes de crearte. Preparó tu vida con intención, como un padre prepara una cuna antes del nacimiento. El Creador vino a ti para invitarte a nacer de nuevo. No a vivir en religión ni en moralidad vacía, sino a tener Su Espíritu en ti, Su luz guiándote, y Su propósito llenando cada área de tu vida.
Ya no tienes que vivir vacío ni desordenado. Hoy, si crees, puedes recibir esa VIDA y esa LUZ que lo transforma todo.