"Uno con ÉL"
- Samuel Uribe

En Resumen:
-
Jesús es nuestro hogar, no solo Salvador.
-
Estamos “en Cristo”, no en una religión.
-
Estar en Cristo es una posición eterna, no emocional.
-
Dios nos eligió, adoptó y perdonó en Cristo.
-
En Cristo tenemos acceso a bendición y revelación.
-
Nada puede separarnos de Cristo, es nuestro lugar seguro.
Jesús no es solo nuestro Salvador o Maestro. Él es nuestro hogar. No se trata solo de seguirlo, sino de estar ubicados en Él. El cristianismo no es simplemente una creencia o un edificio al que entras. Es una realidad espiritual: vivimos en Cristo.
La Biblia no dice que los creyentes se añadían a una religión, sino que eran “añadidos al Señor” (Hechos 5:14). Pablo escribía a personas que estaban físicamente en ciudades como Filipos, pero espiritualmente estaban “en Cristo”. Esa es nuestra verdadera dirección.
Estar en Cristo no depende de cómo te sientes, de si oraste esta semana o si tuviste un mal día. Es una posición eterna, basada en lo que Jesús hizo, no en lo que tú haces. No entras y sales de Él cada vez que dudas. Si estás en Cristo, ahí permaneces.
Y desde ese lugar recibimos todo lo que el alma necesita:
-
Elección: Dios te escogió antes de que nacieras.
-
Adopción: No solo te salvó, te hizo parte de su familia.
-
Perdón: No te perdona con medida, sino con abundancia.
-
Revelación: Te dio acceso a su plan eterno.
-
Bendición: Te ha bendecido con toda bendición espiritual… en Cristo (Efesios 1:3).
No hay condenación, ni separación, ni condición que te saque de ese lugar.
Dios no te ama más cuando estás fuerte, ni menos cuando estás débil.
Te ama porque estás en Cristo.
Y ese, amigo, es el lugar más seguro donde podrías estar.
